La empresaria fundadora de Casa Terra, Natalia Pino, comparte a Diario Emprende, la historia detrás de este espacio creado para realzar la belleza de cada clienta.

Natalia Pino siempre compartió un interés muy especial con la estética y el buen gusto. Con el pasar de los años y habiéndose desempeñado en distintos trabajos, la santiaguina por fin se embarcó en el desafiante pero virtuoso proyecto de Casa Terra, que hoy impulsa desde Valdivia junto a dos madres y emprendedoras.

Su vida tomó este nuevo rumbo al trasladarse de la capital al sur del país, para continuar sus estudios ingresando a la universidad, pero tras diversos sucesos se enfocó en trabajar, lo que le permitió encontrarse con sus habilidades para los negocios y comenzar a estudiar diferentes áreas del rubro de la belleza.

“El año 2022 comencé con este emprendimiento cuando se abrió una oportunidad en Dreams Valdivia y cansada del trabajo dependiente y con esta sed de tener mi propio negocio haciendo lo que me gusta, es que decido tomar este desafío y así manejar mis propios tiempos”, comenta Natalia a Diario Emprende.

Según relata la madre y emprendedora la oportunidad se genera ya que el hotel justamente necesitaba contar con los servicios de peluquería, manicure y pedicure que ofrecía, sin embargo esta oportunidad no duró demasiado, teniendo rápidamente que tomar decisiones para que el negocio siguiera adelante.

“El negocio creció en base a una necesidad, dado que el spa del hotel, luego de nueve meses, cerró sus puertas por mantención y debimos buscar otro espacio, el cual fue más amplio, lo que nos permitió complementar las especialidades integrando nuevos servicios”, señala.

Este momento que marcó un antes y un después en su camino como emprendedora, hoy lo destaca como un hito en el desarrollo de su emprendimiento, recordando la tensión y dudas que generó la noticia, pero que gracias al apoyo de sus amigos y familiares pudo transformar reinventando el centro de estética integral, junto a dos socias emprendedoras.

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